euskera desde el sentimiento

Lo de hacer de recadero, según cuál sea el mandado, pues como que me hace hasta ilusión. Y esta fue una de esas ocasiones. Mi hermana Beatriz me pidió que le comprase un libro que había escrito una compañera suya de flamenco, porque mi hermana hace flamenco, con zapatos de tacones, falda que menear, y ese desparpajo necesario para dejarnos con la boca abierta, porque, oye, lo del flamenco es para flipar, con sus ritmos matemáticos que parecen tan naturales si tienes gracia. Pero bueno, a lo que vamos, que me pierdo por soleá. El caso es que Bea, como siempre, me mandó la petición muy ordenadica, por Whatsapp, con enlace al libro y todo, como siempre. Y le dije que sí, porque yo si hay libros de por medio, pues como si tengo que ir al fin del mundo. Así que al día siguiente me cogí la cesta para ir a comprar el pan y aprovechando que Walden está al lado de Ogi Egi, pues hice el recado. Y entonces, buscando en el Whatsapp el libro que tenía que comprar, de repente me fijé que era un diccionario. Oye pues nada, mira qué guay, porque a mí me encantan los diccionarios. Y Dani me dice —pues voy a ver si queda alguno, porque tengo varios reservados y la verdad es que ya he vendido unos cuantos. Y claro, el gusanillo de la curiosidad como que me picaba ya bastante. Y cuando salió con ese libro grande, de tapa dura amarilla, con unos dibujos de ramas adornando la portada, pensé lo chulo que parecía. Y lo es. Es precioso.

Pequeño diccionario sentimental. 57 palabras para empezar a amar el euskera, es un libro escrito por las hermanas Leticia y Regina Salcedo y con bellísimas ilustraciones de Liébana Goñi Yárnoz, editado exquisitamente por la editorial Pamiela. En esta obra recogen 38 palabras escogidas por ellas según su memoria familiar, su sonido, su significado y otras 19 escogidas por otras tantas personas, muchas de ellas escritoras, poetas o dibujantes como Bernardo Atxaga, Zaldi Eroa, Reyes Ilintxeta o Iñaki Perurena. Y son palabras preciosas como bihotz, kili-kili, musutruk, ttipi-ttapa, o pinpilinpauxa, palabras bellas, con sonidos mágicos, significados llenos de poesía y los más sorprendentes orígenes que dejan traslucir la mentalidad, cultura y forma de ver el mundo que tenían las personas que dieron esos nombres a esas cosas cotidianas. Porque eso es en realidad lo que nos dice la etimología de las palabras en cualquier idioma. Nos exponen cómo es esa cultura hablante o cómo era en el origen de esas palabras, pero también nos hablan de las cosas cotidianas de la vida, de esas expresiones que tenemos en nuestras familias y de esas palabras que a fuerza de repetirlas en un contexto concreto adquieren un significado unido a las personas que participaban o participan en ese con texto. Y esto es maravilloso. El poder de la palabra. Para lo bueno y para lo malo. es conveniente no olvidarlo nunca.

A veces, hacer de recadero compensa con creces.

Y así, no podía ser de otra manera, me compré yo también el libro, en Chundarata, porque en Walden ya se les había terminado, pero al fin y al cabo en una maravillosa tienda de barrio, con su decoración navideña que este año es una mesa con todo el servicio de té, sacado de Alicia en el País de las Maravillas, que no os podéis perder (Chundarata y Walden están en Paulino Caballero, en el 27 y en el 31 respectivamente… y si el libro es de viajes o paseos, en medio de las dos tenéis Muga, en el 27 también…). Y me lo ventilé en una tarde, y eso que paraba con cada palabra por puro deleite y pensando en mis propias palabras del euskera sentimental. Palabras que forman parte de mi vida, como xirimiri, con esa x tan suave pero que impregna todo, ama, porque sigue siendo sin estar ya, osaba en la voz de mi sobrino Amaiur, muxu que besa ya en la palabra, mandarra, que es la imagen de mi abuela en la cocina, ixiliko nahi, que nos decía nuestro abuelo porque su ama se lo decía de txiki, maitia, que siempre me llaman las Goñi, txapela, porque el aita es de los que mejor la lleva, como la llevaba su padre, bihotza, porque a pesar del frío te llevo tan dentro de mí.

¿oyes al pueblo cantar?

Pues mira que estaba a punto de meterme en la cama y me voy a ir más revolucionado que otra cosa. Me ha dado por ahí. Será la víspera del Aberri Eguna. Un musical, ni más ni menos, una revolución, una de tantas, esta vez sofocada por el poder establecido. 1832, París, 1980, París, una revolución, un musical. Ya ves. Y entre las maravillas que se escuchan en ese musical, una canción de lucha, Do you hear the people sing?, ¿Oyes al pueblo cantar? Porque, aunque a veces se pierda, si el pueblo canta, al final vencerá. Por cierto, imprescindible la novela de Victor Hugo. De ahí al musical, nunca al revés. Por favor.

¿Más allá de la barricada hay un mundo que anhelamos ver?
Entonces, únete a la lucha. Eso te dará el derecho de ser libre.

Do you hear the people sing
Singing the song of angry men
It is the music of a people
Who will not be slaves again
When the beating of your heart
Echoes the beating of the drums
There is a life about to start
When tomorrow comes
Will you join in our crusade
Who will be strong and stand with me
Beyond the barricade
Is there a world you long to see
Then join in the fight
That will give you the right to be free
Do you hear the people sing
Singing the song of angry men
It is the music of a people
Who will not be slaves again
When the beating of your heart
Echoes the beating of the drums
There is a life about to start
When tomorrow comes
Will you give all you can give
So that our banner may advance
Some will fall and some will live
Will you stand up and take your chance
The blood of the martyrs
Will water the meadows of France
Do you hear the people sing
Singing the song of angry men
It is the music of a people
Who will not be slaves again
When the beating of your heart
Echoes the beating of the drums
There is a life about to start
When tomorrow comes