niebla londinense

Domingo, tras la exitosa mani de ayer toca pasear por la mañana, aprovechar este invierno que no quiere serlo, disfrutar de la lluvia y a la tarde puede ser un buen momento de lectura. Y una lectura de esas de detectives londinenses de finales del XIX, en medio de la niebla, asesinatos, descubrir quién es el asesino. Lectura sencilla pero de calidad, que diría Deborahlibros, como para una tarde de domingo.

Y es que aquello si que fue una gran niebla. La de 1897 en Londres, digo. Una niebla que, según las crónicas, sumió a la ciudad del Támesis en un manto blanco a través del cual apenas se vislumbraba tu mano si la alejabas de tu cuerpo. En el final de la época victoriana, un Londres con cada vez más problemas sociales, el movimiento obrero, harto de la explotación industrial, ha decidido que es hora de luchar por una mejora de sus condiciones de vida. Mientras tanto las colonias británicas cada vez andan más revueltas y sobre todo, Irlanda, es cada vez más un problema real para el Imperio. Es en este Londres en el que se desarrolla la historia del libro, de apenas 100 páginas, escrito por Richard Harding Davis y titulado, precisamente, En la niebla.

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Este escritor norteamericano nació en Filadelfia en 1864, trabajó de redactor en varios periódicos, fue corresponsal en varias guerras y su obra más reconocida es Soldado de fortuna, que ha sido llevada al cine en dos ocasiones.

En cuanto a la novela que os propongo, este es el resumen de su historia. En la noche siguiente a esa gran niebla de 1897, un grupo de socios del club de caballeros más distinguido del mundo (estos ni se enteraban de luchas obreras, ni de nada), tratan de recomponer el rompecabezas de un doble asesinato acaecido el día anterior. Intensa niebla, un hombre que se pierde en mitad de Londres, el portal de una casa entre abierta y un asesinato recién cometido.


Una historia entretenidísima, que se lee en 0,2 y que tiene la virtud de atraparte de lleno en ella. Por eso, antes de comenzar a leer la novela, es mejor haber merendado, porque no te vas a levantar ni a mear. Si te va el Londres de levitas y chisteras e incluso si te ha dado por dejarte un bigote con las puntas hacia arriba, este es tu libro. Todo esto de la mano de una pequeña editorial que acabo de descubrir y que se está empeñando, me parece, en rescatar algunas obras hasta ahora desconocidas. Ardicia, editorial que señala del libro, al final de sus páginas, lo siguiente:

Impreso en Madrid en dos mil quince, cumplidos ciento veintiocho años de la publicación de Estudio en escarlata de Arthur Conan Doyle, primera aventura de un detective aficionado al violín y a la cocaína en una solución al 7%, que desaparecería en las cataratas de Reichenbach solo para, tres años después, volver de entre los muertos a petición popular.

es necesario recuperar la memoria

Es un domingo tranquilo, de esos en los que estás descansado, de los que te levantas a las siete y media de la mañana sonriente y con la sola pretensión de desayunar tranquilamente en una cafetería mientras lees la prensa en papel, sin prisas, sin clicar los enlaces a las noticias, pasando las hojas mientras el té infusiona su hoja en la taza. El desayuno no es todo lo tranquilo que deseo. La XXXII Media Maratón de Iruñea sale a pocos metros de la cafetería en poco más de una hora y una avalancha de corredores llena el local para tomarse un último café, visitar al baño para quitarse los nervios y hablar de tiempos, calentamientos y tramos de la carrera. No es un ambiente tranquilo, pero tampoco me importa. Es una gozada ver una Iruñea tan vital el domingo por la mañana, y lo reconozco con bastante envidia, me da por tocarme la rodilla izquierda, tan machacada después de diecisiete años de dantzas, saltos, entresakas y cabriolas y me hago la promesa de visitar a un amigo fisio para que me de unos consejos que me permitan empezar a correr, sin mayor pretensión que dar una vuelta por la Media Luna. Entre las voces de los corredores logro leer la entrevista que el Noticias hace a José Miguel Nuin y aunque hay aspectos en los que no coincido hay muchos otros pensamientos que son coincidentes y me alegro. Esas son las coincidencias en las que hay que ahondar para hacer posible ese cambio político, económico y social que necesita Nafarroa.

viudas de navarra

Pasando las hojas del periódico llego a cultura y leo a María Bayo diciendo que la cultura es lo único que nos queda y sonrío porque la cultura, querida María, es lo primero que siempre nos van a intentar despojar, porque un Pueblo sin cultura es un Pueblo sumiso, es un Pueblo sin capacidad de pensamiento y es un Pueblo dormido. Por eso, María, tenemos que seguir sacando la cultura a la calle, y expresando nuestra cultura, la que tenemos cada uno y cada una dentro, y seguir leyendo, disfrutando del teatro y volviendo a maravillarnos con Don Giovanni cuando canta eso de È aperto a tutti quanti, Viva la libertà! (Está abierto a todo el mundo, Viva la libertad!). Y con el aria en mi mente llego al artículo que habla del nuevo trabajo de Miguel Sánchez Ostiz, El Escarmiento, una novela que trata sobre la obsesión de Mola, el golpista y asesino, en dar a los vascos un Escarmiento, con mayúsculas, una medida que tenga igual dimensión que el odio que nos tuvo el matón de Franco. La novela relata la preparación de ese Escarmiento, preparación en la que ese hombre, que al decir de quienes le conocieron solo pensaba en matar, tuvo la ayuda de diferentes personas, militares y civiles, entre ellos, ¡cómo no!, el entonces director del Diario de Navarra, Raimundo García «Garcilaso». Pero nos habla no solo de los preparativos si no de las consecuencias de aquéllas acciones ejecutadas bajo la orden de «se tendrá en cuenta que la acción ha de ser en extremo violenta…»

Se lamenta Sánchez Ostiz que quizás sea tarde para recuperar la memoria que nos lleve hacia la verdad (seguramente parte de ella), a hacer justicia y a ofrecer reparación. Nunca es tarde para eso. Quizás estén desapareciendo los testigos directos de aquellas cunetas y de esa tumbas anónimas que van tomando el nombre de los fusilados, pero no es tarde para ir sacando a la luz el horror de aquéllos días y de los que vinieron. Y buen ejemplo es la novela de Sánchez Ostiz.  Las consecuencias, en cambio están presentes hoy en día, desde las paredes de Diputación con una laureada todavía presente hasta los nombres de calles y plazas, escuelas, placas en cementerio y paredes de iglesias glorificando aquella cruzada contra la libertad. Las consecuencias son el día a día de Nafarroa. No hay más que ver quiénes siguen gobernando y robando desde sus sillones y cuál es el periódico que, a veces desde la sombra y otras veces somando sus fauces rabiosas, sigue dibujando con trazo grueso el pensamiento político de los herederos de Mola. El futuro hay que escribirlo pensando en la convivencia que tenemos que construir, pero esa convivencia tendrá que estar basada en la verdad, la justicia y la reparación. El olvido no puede ser base de esa convivencia.

Salgo de la cafetería y vuelvo a sonreír. La Media Maratón de Iruñea sale y de los altavoces del coche que abre la carrera sale a todo volumen la canción de Vendetta titulada Gora Iruñea! ¡Iruñea, despierta, hay mucho por hacer!